Muere a los 117 años la mujer más anciana del mundo: era italiana

Leo con interés la noticia de hoy en ELPAIS y en La Vanguardia Digital. Emma Morano, la persona más anciana del planeta, ha muerto a la asombrosa edad de 117 años, la edad más avanzada de que se tiene evidencia en el ser humano, siendo esta mujer la quinta persona que ha alcanzado esta marca. Vivía en Verbania, en la región del Piamonte, cerca del Lago Maggiore. A su muerte, deja el testigo en Europa a Ana Vela, ciudadana española residente en Barcelona, que cuenta a día de hoy con 115 años de edad y es la persona más anciana de Europa en este momeneto. La señora Vela es, además, la tercera persona más vieja del mundo, precedida por dos japonesas y una jamaicana.

Volvamos a Emma Morano. En un afán de los investigadores por hallar las claves de su longevidad, era frecuentemente preguntada por su dieta. La señora Morano repetía siempre que, desde que a sus 20 años le diagnosticaron anemia comía, por consejo médico, tres huevos al día (dos crudos y uno cocido). Para desayunar,  galletas con leche o con agua. Durante el día, dos huevos crudos y uno cocido, acompañados de algo de carne, muy poca fruta y vegetales. Hacia la tarde pasta y carne molida y de cena sólo un poco de leche. Y una copita de grappa cuando había algo que celebrar.

Aunque existe evidencia científica de que en la longevidad de los supercentenarios interviene una genética privilegiada, no es menos cierto que los factores ambientales, entre ellos la dieta, junto a determinadas actitudes personales, actúan como factores facilitadores para poder llegar a edades avanzada. Así que, asociando la noticia con la temática que nos ocupa en esta bitácora, me está empezando a picar la curiosidad por saber qué pasa con la longevidad de los habitantes de Europa Mediterránea, y su posible relación con la dieta.

Así, haciendo una breve búsqueda veo que el diario británico The Independent publicó un artículo el 28 de septiembre de 2016 en el que presentaba un ranking de los 13 países con mayor longevidad en el mundo. Pues bien, entre estos se encontraban:

Francia, en el 7º puesto, con una esperanza de vida al nacer de 82,4 años. Francia tiene una de las tasas de obesidad más bajas entre los los países de la OCDE, lo que contribuiría a esta elevada esperanza de vida.

Italia, en el 5º puesto, con 82,7 años. Según la prestigiosa revista médica The Lancet los italianos tienden a vivir tantos años debido a que la brecha de pobreza en el país es muy pequeña. Esto significa que hasta ahora la mayoría de la población puede comer alimentos sanos y frescos de forma similar, cuando generalmente esto es un lujo para los pobres.

España, en el 3er. puesto, con 83,1 años. Según el rotativo, «España es famosa por su “Dieta Mediterránea” que los médicos dicen que puede contribuir a una vida más larga y con salud. Está compuesta de verduras y pescado, así como grasas saludables como aceite de oliva y frutos secos.»

Como dicha noticia apunta a factores dietéticos relacionados con la longevidad, voy a investigar sobre las diferencias en el consumo de cereales, de vino, y de aceite de oliva, exponentes de la llamada dieta mediterránea. No intentaré hacer ninguna atribución causal, sólo ver la relación ecológica entre estas variables y la longevidad entre diversos países.

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