El mar Adriático es un órgano vital para todo el Mediterráneo. Junto con el mar Jónico, alberga el 49% de las especies marinas del Mare Nostrum. Constituye además una de las zonas más pesqueras de toda la cuenca mediterránea. Su conformación hace que sea la ‘guardería’ natural para muchas especies. Sus costas, desde Venecia a Dubrovnik y Otranto, acogen algunas de las perlas más luminosas del mundo.
Sin embargo, este mar afronta desde hace varias décadas dos graves problemas que ponen en peligro su riqueza y la supervivencia de su biodiversidad. El primero es la grave contaminación de sus aguas. El segundo radica en que es un importante centro de turismo costero y de actividad pesquera intensiva. La pesca de arrastre, muy común en estas aguas, ha provocado un empobrecimiento general de la biodiversidad marina. Y luego está la basura.
La presión demográfica sobre el Adriático
La población de las regiones ribereñas del Mar Adriático puede estimarse en casi veinticuatro millones de personas.

A estas regiones debemos sumarles la población de otras tresque no disponen de costa en el Adriático. Estas incluyen Trentino–Alto Adigio, Valle de Aosta, Piamonte y Lombardía, de las que los ríos que nacen o fluyen por sus territorios desembocan en la costa adriática.
En el primer caso se trata del río Adigio. En los casos de Piamonte y Lombardía, son el Po, el más largo y caudaloso de Italia, y diversos de sus afluentes. Se suman, pues, estos territorios, los más ricos e industrializados de Italia. En consecuencia, se añaden 15,5 millones de personas a la población de la cuenca aferente, totalizando 39 millones de habitantes. Esta cifra, junto al elevado desarrollo económico del territorio, nos ilustra sobre la gran repercusión de los vertidos derivados de su población sobre este mar.

Por otra parte, en la ribera oriental, Bosnia Herzegovina tiene un minúsculo y testimonial paso al Adriático. Además tres de sus ríos pertenecen a la vertiente adriática, como el río Buna, afluente izquierdo del Neretva, el propio Neretva y el Lašva .
Adriático, ese contaminado mar

Colillas, botellas de vidrio, latas, envases y, sobre todo, plástico impregnan las costas adriáticas. Cada dos pasos en la arena se encuentra un residuo. Los resultados del informe DeFishGear (2016), el primer estudio sobre la basura marina llevado a cabo por nueve institutos de investigación y siete Estados (Italia, Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Grecia, Montenegro y Eslovenia) son muy preocupantes.
Según el citado estudio, los residuos de plástico, especialmente en forma de microplásticos, representaban el 91% de las 70 mil muestras analizadas sobre un total de más de 18 kilómetros de costa. Esta ‘sopa de plástico’ es un problema que afecta a todo el Mediterráneo. Aunque este es solo uno de los problemas ambientales que maltratan al Adriático. Para entenderlos en toda su magnitud, hay que poner el foco en el ámbito de las poblaciones humanas asentadas a su alrededor.
La contaminación abierta y costera del Mar Adriático viene siendo objeto de estudio de científicos y administradores desde hace décadas. Este interés, no obstante, aumentó especialmente a partir de los años 70 del siglo XX.
Conviene destacar que el río Po, el más largo y caudaloso de Italia, drena una zona muy industrializada e intensivamente cultivada, con gran influencia sobre la totalidad de la cuenca. Los otros ríos, aunque mucho menos importantes, pueden también influir sobre la contaminación del Adriático, principalmente en zonas costeras.
La gran contaminación del Adriático Septentrional
Por otra parte, el Adriático Septentrional, donde el río Po desemboca, es un mar superficial semicerrado con características peculiares. Destaca su barimetría, con profundidades entre los escasos 50 m y máximas de 200 m, lo que potencia las interacciones de muchos contaminantes. Estas se producen ya sea con materia orgánica e inorgánica en suspensión, o desde su forma sedimentaria con las aguas sobrenadantes. Dichas interacciones afectan de forma muy importante a la calidad de sus aguas.

Estas aguas se renuevan de forma relativamente rápida, completamente en el curso de un año. Las sustancias disueltas en ellas son transportadas hacia el sur, hacia las depresiones morfológicas o hacia el Mediterráneo Oriental. A pesar de ello, en algunas zonas los sedimentos del fondo almacenan una cantidad significativa de contaminantes que suelen ser liberados parcialmente hacia las aguas sobrenadantes o contaminar la fauna bentónica.
Los fenómenos principales de contaminación sedimentaria se localizan en las zonas costeras septentrionales y noroccidentales. A lo largo de la costa occidental se aprecia claramente el transporte de parte de la materia contaminada fina entre el norte y el nordeste.
Las acumulaciones de contaminantes más elevadas se encuentran en las zonas prodelta de los ríos (frente a las costa del delta del Po a profundidades de más de 20 m) y en zonas de baja energía hidrodinámica (la parte septentrional de la costa de Emilia Romaña, el Golfo de Trieste, y las lagunas).
Además, las zonas de descarga directa de desechos sólidos (vertederos, Venecia) muestran concentraciones máximas de algunos contaminantes. Por otra parte existen grandes concentraciones de nutrientes a lo largo de la costas de Emilia Romaña, el delta del Po y las lagunas. Debemos destacar también la presencia de mercurio en la zona septentrional extrema en las lagunas de Ravenna. Otros elementos tales como el zinc, el plomo o el cobre, muestran valores elevados en zonas pequeñas.
Muchos contaminantes interaccionan con material particulado, principalmente partículas de limo y de arcilla, que se depositan en algunas zonas a lo largo de de la costa septentrional y occidental de la cuenca, formando depósitos con potencial de liberación a largo plazo. Algunas sustancias químicas, como metales tóxicos, pesticidas clorados, PCBs, radionúclidos artificiales y nutrientes, muestran sus concentraciones máximas en el prodelta, externamente alrededor de las bocas fluviales, en las lagunas y en los entrantes costeros, y cerca de las descargas concretas de vertidos de aguas residuales.
Contaminación también en el litoral italiano meridional
La región italiana de Apulia es todavía la región con las mayores emisiones industriales de Italia. Esto sucede a pesar de que las normas de la calidad del aire, por ejemplo sobre la dioxina, son más estrictas que en el resto del país. Pero si las condiciones del aire en esa región son preocupantes, no lo son menos las de sus aguas. Según Legambiente, las aguas litorales pullesas presentan condiciones críticas en diversos puntos entre las provincias de Taranto, Bari, Bríndisi, Manfredonia, Barletta-Andria-Trani y Foggia. Los responsables serían en este caso las emisiones solo parcialmente depuradas de ríos y canales.

Aunque el problema de la contaminación del Mar Adriático no es una característica limitada a ese mar, ni tampoco circunscrita únicamente a la costa italiana. Repetidos informes del Banco Mundial muestran desde hace bastantes años múltiples puntos conflictivos de contaminación también en la costa oriental. Un informe de 2011 de la organización, da cumplida muestra de ello, tanto para Eslovenia como para Croacia, Montenegro o Albania.
No obstante, desde una perspectiva regional, el número de puntos contaminantes conflictivos en el Mar Adriático representaba, cuando se realizó el estudio, el 18% de todos los puntos conflictivos en el Mediterráneo, lo cual es significativamente mayor que su tamaño relativo.
Hay que decir que la República Italiana y la República de Eslovenia (y desde 2013 Croacia), como Estados miembros de la Unión Europea (UE) tienen que cumplir con unas normativas ambientales más rigurosas. La mayoría de las medidas de protección ambiental requeridas ya han sido implementadas con fondos nacionales y estructurales de la UE.
Sin embargo, en cifras absolutas la costa occidental contribuye significativamente más a la contaminación del Mar Adriático. Esto puede deberse al hecho de que la costa occidental tiene una industria considerablemente más desarrollada y a que una mayoría de descargas de deshechos en la cuenca procede de una población más numerosa en la parte occidental del Mar, más del 78% de la población costera total. Las actividades agrícolas y el río Po son consideradas como las causas más importantes de la eutrofización en la zona costera del Adriático septentrional.
La ribera oriental del Adriático, también contaminante
La contaminación ambiental en los puntos conflictivos pone en riesgo las actividades actuales y el desarrollo potencial de esas zonas. En los países ribereños orientales las actividades turísticas son una fuente significativa de ingreso económico. Este sector es, y seguirá siendo en el futuro, como la mayor industria exportadora, estratégico para sus economías. Ya en 2011 a Montenegro el Banco Mundial le auguraba un crecimiento tal del sector que se esperaba para 2021 el honor de ser el país con la mayor contribución del turismo al Producto Interior Bruto (PIB) en el mundo. Por otra parte, aunque las pesquerías y la acuicultura generaban menos del 0,5% del PIB para Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Eslovenia, tienen un importante valor socioeconómico para la población que vive en las islas y en las comunidades rurales costeras. Los cultivos de atún y pez espada tienen todavía un potencial significativo de desarrollo.
Contribución de Albania a la contaminación del Adriático
Los ecosistemas costeros constituyen una activo económico de primera magnitud para Albania, pues constituyen una de las principales fuerzas conductoras para el desarrollo del turismo. La fuente prioritaria de contaminación en Albania son los desechos sólidos. No existen zonas reguladas de vertidos en la costa, con deshechos abocados en vertederos cercanos a ríos y arroyos o cerca del mar. En ocasiones, una gran cantidad de este deshecho es vertido al Adriático, contaminando las playas y el entorno marino. Este problema es de importancia regional, pues las corrientes marinas predominantes en el Adriático transportan los deshechos hacia las costas italianas, croatas, montenegrinas y griegas.
Otra fuente importante de contaminación son los vertidos de aguas residuales sin tratar. Estas en los meses estivales representan riesgos sanitarios para la población local y los turistas. Justamente esos puntos de vertido conflictivo (Bahías de Saranda, Karavastase, y Vlore y zona de Fieri) se están desarrollando rápidamente como destinos turísticos en Albania. La ausencia de una gestión adecuada de aguas residuales está en consecuencia limitando seriamente tales proyectos.
Contribución de Montenegro a la contaminación del Adriático
La fuente de contaminación prioritaria en Montenegro son las aguas residuales sin tratar. Aunque hubo mejoras sustanciales en los últimos 20 años, persisten necesidades de inversión para desarrollar la capacidad de tratamiento y de redes de alcantarillado en los municipios costeros. La Bahía de Boka Kotorska es identificada como el principal punto conflictivo de contaminación. Debido a la forma muy cerrada de la bahía y a la desalinización del agua por parte de agua fresca procedente del interior, la influencia de las aguas residuales no tratadas representa un elevado riesgo para el ecosistema marino y para la calidad de la higiene sanitaria del agua de baño. El impacto es grande sobre el potencial turístico de una zona con 500.000 turistas anuales estimados y un crecimiento esperado para los próximos años.
También son necesarias acciones preventivas en la zona de Ulcinj, que recibe contaminación procedente del río Bojana. El río Buna/Bojana es un receptáculo de aguas residuales y de otros contaminantes liberados en el lago Skodra y en el río Drin desde la ciudad de Podgorica y las fuentes de contaminación en Albania, Antigua República de Macedonia y Kosovo. Esta situación clama por un abordaje integrado de esa cuenca fluvial.
Contribución de Croacia y Bosnia y Herzegovina a la contaminación del Adriático
La fuente de contaminación principal en la costa de Croacia son los residuos sólidos. En la primera década del siglo XXI los vertederos controlados prácticamente no existían en la costa, con numerosos lugares de vertidos ilegales. Por la naturaleza kárstica del terreno, los lixiviados procedentes de dichos lugares de vertido son liberados fácilmente al mar. Esto produce un incremento de los riesgos para la salud de la población local, poniendo además en peligro las actividades turísticas.
Los puntos de contaminación principales son Ploče, el Delta del río Neretva y Rijeka. Ploče y el Delta del Neretva son un importante lugar transfronterizo que recibe contaminación originada en Croacia y Bosnia y Herzegovina. El Neretva descarga nutrientes originados en la actividad agrícola y en las aguas residuales no tratadas de las fuentes río arriba en Bosnia y Herzegovina. Rijeka, con 250.000 habitantes, es el mayor puerto croata y al mismo tiempo su área metropolitana es un destino turístico de importancia. Dichas actividades confrontadas requieren una planificación espacial adecuada y una importante gestión costera de la zona para permitir un desarrollo sostenible.
Existen otros problemas interregionales a resolver solo mediante esfuerzos conjuntos. Destaca la contaminación provocada por el transporte marítimo, incluida la gestión de las aguas de lastre de los buques y la extensión de especies invasoras. Existen estructuras institucionales, como el Strategic Partnership for the Mediterranean Large Marine Ecosystem (MedPartnership) y la Adriatic Ionian Initiative que pueden ser utilizadas para fomentar la adopción de medidas necesarias y dirigir su implementación.
El problema de la sobrepesca en el Mar Adriático
El Adriático no escapa al problema común del Mediterráneo, la sobrepesca. Actualmente, solo el 0,01% de las aguas mediterráneas están completamente protegidas. La Comisión Europea estima que el 96% de las poblaciones de peces del Mediterráneo están sobreexplotadas. En el Adriático, tras décadas de sobrepesca han disminuido fuertemente las poblaciones de peces con la consiguiente crisis de la industria derivada. La situación es dramática para algunas especies de gran demanda. Ha habido descensos del 45% en la población de la merluza (entre 2006-2014) o del 54% de la cigala (2009-2014). Entre 2007 y 2015 la flota pesquera italiana, la más importante, bajó su productividad en un 21%. Los principales responsables son los grandes buques de pesca industrial, que representando el 20% de la flota pesquera capturan el 75% de los recursos marinos. En contrapartida, al 80% restante, que son los pequeños pescadores, les queda un escaso 25% de las capturas.
Para contrarrestar esta grave situación nació el Adriatic Recovery Project, un proyecto que aspira a la creación de reservas para la recuperación de las especies y la restauración de la biodiversidad. En ese contexto, en 2017 Croacia prohibió la pesca de arrastre en la Fosa de Pomo, una de las áreas más importantes del Adriático para la reproducción. Ese mismo año y se esperaba que Italia siguiera el ejemplo.
REFERENCIAS
FRASCARI, F; FRIGNANI, M; GUERZONI, S; and RAVAIOLI, M. Sediments and Pollution in the Northern Adriatic Sea. Annals New York Academy of Sciences (1988); 1000-1018.
BANCO MUNDIAL. ADRIATIC SEA ENVIRONMENT PROGRAM. Rapid Assessment of Pollution Hotspots for the Adriatic Sea. FINAL REPORT, Washington, octubre 2011.