El problema ecológico del Mar Menor viene motivado por múltiples factores, todos ellos relacionados con la actividad humana desarrollada en él y a su alrededor en los últimos años. Esto ha generado diversas alteraciones muy negativas en el estado de su ecosistema. Alteraciones en el tipo de especies propias de la laguna y la irrupción de especies invasoras no originarias del Mediterráneo.
Los factores causantes del deterioro del Mar Menor
En primer lugar, el ensanche y dragado del canal del Estacio en 1973 para permitir el paso de embarcaciones del Mediterráneo al interior de la laguna, provocó la «mediterraneización» de sus aguas. Esto es, una alteración radical de los índices de salinidad y la temperatura de estas.
En segundo lugar, el arrastre de sedimentos procedentes de la actividad minera y la deforestación a través de las ramblas que desembocan en la laguna ha abocado a esta a una pérdida de superficie y profundidad.
Por otra parte, la expansión de la agricultura de regadío en el entorno de la laguna ha producido una contaminación por nutrientes, principalmente nitratos que, arrastrados por medio de las ramblas provoca provocan un aumento de la concentración de materia orgánica y una aceleración de los procesos de eutrofización. Como apuntaba recientemente Rosa Gómez, profesora de Hidrología en la Universidad de Murcia, si la producción agrícola intensiva persiste no se podrá recuperar la laguna.
Otro grupo de factores de gran impacto ambiental es el derivado de las actividades turísticas: vertidos de aguas residuales procedentes de los municipios costeros, sobre todo de la denominada Rambla del Albujón; saturación urbanística de las costas y alteración de las condiciones naturales por construcción de caminos, dragados de puertos, canales, restauración artificial de playas e infraestructuras relacionadas con el turismo; o contaminación por hidrocarburos procedentes de las embarcaciones a motor y remoción de fondos por las más veloces, como las motos de agua.
Los efectos sobre las condiciones biológicas de la laguna
Todo ello ha generado enormes cambios en los ecosistemas, especies y recursos pesqueros. Han desaparecido, o se han reducido extraordinariamente, especies anteriormente frecuentes, algunas de gran valor económico como la anguila o el langostino y otras como el caballito de mar y se han extendido masivamente otras como el alga Caulerpa prolifera, que tapiza ya el 95% de los fondos arenosos y las medusas Rhizostoma pulmo y Cotylorhiza tuberculata que han llegado a convertirse en algunos años en una auténtica plaga de millones de individuos.
Por otro lado, la apertura del canal del Estacio en 1976 provocó la entrada masiva de agua procedente del Mar Mediterráneo. En consecuencia, se ha acabado produciendo la invasión de algunas especies no mediterráneas. Así, se ha detectado la presencia del cangrejo azul (Callinectes sapidus), procedente de las costas atlánticas americanas y de la babosa bursatella (Bursatella leachii) procedente del Mar Rojo.
Repercusión sobre la actividad pesquera y el consumo de recursos en la alimentación
Dichos factores han provocado la desaparición en la laguna de especies propias como la anguila, el langostino o el mújol. En consecuencia, la actividad pesquera dentro de ella se ha reducido drásticamente, obligando al sector hostelero a importar estos productos culinarios desde otras zonas.

La cocina del mar Menor se caracteriza por su apego por el pescado y el marisco. Esto a pesar de que esta zona no destaca por albergar un elevado número de especies. Las aguas del Mar Menor (siempre cálidas), presentan escaso oleaje y mayor concentración de sal y yodo que el marabierto. Estos hechos influyen en las características de la flora y la fauna de esta inmensa laguna. Así, sus langostinos destacaban por presentar una carne más suave y sabrosa que los productoscapturados en el Mediterráneo. Otro producto casi extinguido es el mújol, del cual se extraen las huevas que, saladas y secas, constituyen la botarga. Este pez es (era) uno de los alimentos básicos de los pescadores y constituye la base del famoso caldero del Mar Menor, que se prepara con arroz y la adición de otro pescado de roca en pesadas ollas de hierro.

Existen otros productos estrella en de este rincón de Murcia —antaño considerado con justicia como su coto pesquero— cuya pesca y consumo se resienten como consecuencia de la contaminación del Mar Menor. Son el salmonete, el mero, el atún, la lubina o la dorada, que constituyen la base del rico recetario local. En este cabe destacar el bonito salado, la mojama, el atún de ijada con habas tiernas. También son destacables la lubina a la espalda o la dorada —tanto a la sal como a la plancha—.
Referencias
- Mar Menor. Artículo de Wikipedia
Algunos artículos de prensa ilustrativos del problema
- Pacto por el Mar Menor acusa a la CARM de instalar al frente del medioambiente criterios empresariales
-
El Gobierno regional urge al Comité Científico a emitir su informe sobre el Mar Menor
- La CHS se olvida de sus propias medidas para sanear el Mar Menor utilizando salmueroductos