Las salsas de anchoas, elaboradas con boquerones en salazón, son vestigios de la cultura fenicia que se han mantenido vivos hasta nuestros días. Las encontramos en toda la costa mediterránea, y especialmente allí donde se instalaron originalmente colonias fenicias. Aunque con sus variantes locales, estas salsas de anchoas suelen tener características similares, como la adición de ajo y de aceite. Dos ejemplos de ellas los tenemos en el Mediodía francés Estos son la anchoïade de Provenza y Languedoc y la anxovada de Cataluña Norte.
COCINA
EL AÏOLI PROVENZAL, MUCHO MÁS QUE UNA SALSA
La salsa aïoli en Provenza se benefició históricamente de los preceptos religiosos impuestos por la Iglesia Católica. La prohibición de comer carne en Cuaresma dio lugar a un plato excelente que ha devenido en una gran comida de fiesta: el llamado « le grand aïoli ».
LA RELACIÓN AMOROSA ENTRE PROVENZA Y EL AJO
Provenza y el ajo viven una larga historia de amor. No existe cocina provenzal sin ajo. Cultivado desde la más alta Antigüedad en la región mediterránea, el ajo posee virtudes alimentarias y medicinales. Pero en Provenza el sol del mediodía lo vuelve incluso más perfumado que en el resto de Francia.
PISTACHE DE CORDERO, UN PLATO NETAMENTE OCCITANO
El pistache es un método de preparación culinaria del Languedoc y Midi-Pyrénées, territorios del sur de la Región Occitania, perteneciente a Francia Mediterránea. Se caracteriza por la utilización de dientes de ajo en el líquido de cocción. Se usa especialmente para el cordero marinado y cocinado a la brasa (pistache de cordero o cordero en … Leer más
LA COCINA OCCITANA IDEALIZADA, GRACIAS AL FELIBRISMO
la cocina occitana fue utilizada a mediados del siglo XIX como objeto de afirmación de identidad cultural y política por parte del felibrismo, un movimiento regionalista francés de la época.

Así pues, en Francia, el movimiento meridional del renacimiento de la cultura de Oc, denominado Felibrige, o felibrismo, fue fundado en 1854 por el escritor provenzal Frederic Mistral.
COCINA DE FRONTERA EN EUROPA MEDITERRÁNEA
Centraremos este artículo en lo que algunos han dado en llamar «cocina de frontera«, referida al territorio de Europa Mediterránea. El término «cocina de frontera» se suele aplicar a la cocina de aquellos territorios que, en razón de devenires históricos regionales, ha resultado en una mezcla de las cocinas y hábitos alimentarios de los pueblos en confrontación o encuentro. En otros casos, sin embargo, indica las vicisitudes por las que ha tenido que pasar su población y que han conformado una culinaria muy diferenciada de la del entorno circundante.
LA ALCAPARRA, UN INGREDIENTE GENUINO DE LA COCINA MEDITERRÁNEA
Desde una visión superficial, uno podría tener la idea de que la alcaparra en la cocina mediterránea europea es un mero ingrediente de acompañamiento. Sin embargo, esta planta dota a los platos que la incluyen de una fuerza y una personalidad acusadas, y suele ser indicativa de su origen regional. En este sentido, la alcaparra es ingrediente común especialmente en las cocinas griega, chipriota, italiana, maltesa, provenzal y española.

La alcaparra es el botón floral, antes de desarrollar el fruto, del alcaparro, arbusto mediterráneo cuyo nombre científico es Capparis spinosa. Es un ingrediente común en la cocina europea mediterránea, especialmente en las cocinas griega y chipriota, italiana y maltesa, aunque también en la cocina provenzal y la española.
LA TORTA PASQUALINA GENOVESA, TÍPICA TARTA PASCUAL ORIGINAL DE LIGURIA
La torta pasqualina genovesa (en lengua ligur torta pasqualinn-a) es una tarta, concretamente una tarta salada, típica de Liguria (más precisamente del Genovesato, territorio embrión de la que luego fue ciudad de Génova y posteriormente República de Génova). Esta tarta se prepara también en otras localidades de Italia, aunque con características diferentes (a veces incluso en versión dulce). Se cuece en el horno y es típica del tiempo pascual.
LENTEJAS CON CILANTRO (LENTICULA ET CORIANDRUM): UN PLATO NETAMENTE BIZANTINO
Las lentejas con cilantro son un plato histórico que hunde sus raíces en Bizancio. Conocemos esta receta gracias a una serie de cartas sobre comida que Anthimus (511-534), médico bizantino que trabajó en la corte de Teodorico el Grande, soberano franco que fue Rey de los Ostrogodos, de Italia y de los visigodos, y gobernante por tanto también de los territorios orientales del Imperio Romano.
